domingo, 20 de enero de 2013

ESTRES Y ANSIEDAD

ACTITUDES PARA PREVENIR EL ESTRÉS


1.     Aceptar a los demás como son. 



“Lo que resistes persiste y lo que aceptas se transforma”

Gran parte del estrés está producido por la tensión acumulativa de enfrentarse a múltiples incidentes en los que la realidad choca con nuestras expectativas. Desgraciadamente la realidad es real y no cambia para adecuarse a nuestro interés, el resultado es una corriente de negatividad y frustración después de cada incidente.

Al aceptar a los demás y las circunstancias, nos libera de la tensón producida de intentar cambiar a los demás y nos permite comportarnos de acuerdo a nuestros valores personales, (como creemos que debemos actuar), es en ese momento, cuando recuperamos la soberanía de nuestros actos, dejando de actuar condicionados por el comportamiento del otro. Entonces se rompe el círculo vicioso de condicionamiento mutuo y la otra persona gradualmente puede comenzar a comportarse de otra forma, lo que frecuentemente ocurre.

Yo no puedo cambiar a nadie, sólo con bastante esfuerzo me puedo moldear a mi mismo, así y todo como somos interdependientes, ese cambio personal afecta el comportamiento de los demás.


2.     Grado de Compromiso que tengas hacia tu trabajo, tu familia o tu estilo de vida.


Las personas comprometidas sufren menos estrés o incluso nada, por que saben  que sus esfuerzos son por una buena causa, por que le encuentra sentido, “si al hombre de le da una razón para vivir, el mismo encontrará la forma de vivir”. (Viktor Frankl, “El hombre en busca de sentido”), de donde se deduce lo difícil que resulta vivir sin sentido.

¿Trabajas para vivir o vives para trabajar?, ¿tu trabajo te proporciona satisfacción personal o solo dinero?, ¿tus relaciones afectivas te permiten crecer como persona y potencian tus talentos o resultan una fuente de preocupaciones? Muchas veces el éxito se convierte en una prisión. Los deseos de tener éxito pueden ser estimulantes, pero también puede exigir cada vez mayores cuotas de esfuerzo y quizás afecten negativamente a la salud y a las relaciones.

      Resulta saludable, de vez en cuando, revisar qué desea hacer uno en la vida, cual es tu misión, y ver si durante tu jornada tienes ocasiones para practicar tus valores personales. Poder dedicar tu  tiempo y energía a algo que dé sentido a tu vida y donde puedas compartir o expresar tus valores personales, es una inmensa fuente de satisfacción personal. 
       No pienses que para tener un trabajo comprometido tienes que irte al tercer mundo; muchas veces es sólo un cambio de conciencia y de actitud; piensa en tu trabajo, siempre encontrarás que hay una serie de relaciones humanas donde se pueden dar ciclos virtuosos de cooperación , crecimiento y aprendizaje o ciclos viciosos de envidia, celos y competencia destructiva.

Fíjate en aquellos elementos de tu vida que te aportan armonía, que los hay, y ve que puedes hacer para potenciarlos. Sé consciente de aquellas actitudes o actividades que te desagradan e intenta ver cómo hacer las cosas de otra forma.


3.     La forma  de afrontar las crisis.


  Desgraciadamente, una y otra vez en la vida, nos enfrentaremos a situaciones difíciles, donde parece que ninguna solución es buena, simplemente como en la muerte de un ser querido, no hay solución.

Sin embargo, toda crisis lleva un componente de amenaza unido a un componente de oportunidad. La amenaza se ve claramente y causa estrés; la oportunidad puede incluso permanecer oculta, pero siempre está ahí.

 Muchas veces el impacto de la crisis nos impide ver las oportunidades que lleva consigo, por que la mente se centra en la pérdida o en el peligro, es cierto que las cosas funciona así, pero siempre se puede hacer un esfuerzo por recuperar cuanto antes el equilibrio mental desde el que observar las cosas de forma menos apasionada, con más claridad. Entonces surgen ideas, posibilidades, caminos o simplemente se toma conciencia del valor que tienen algunas cosas en la vida, como la salud o las relaciones personales.

En las crisis siempre hay una oportunidad de desarrollo personal: aquellas personas que consiguen superar una crisis, no solo sobreviven a ellas, sino que salen fortalecidos y son un apoyo y consuelo para los demás, las personas tenemos la capacidad de crecernos ante la adversidad, aunque también nos podemos hundir, claro. El aprendizaje se produce después de cometer un fallo, cuando se acierta, es que ya se sabía. Quizás uno se da cuenta de está conduciendo su vida de forma inadecuada; no importa lo que hayamos hecho si ahora comenzamos a dar pasos en la que consideramos que es la dirección correcta, el aprendizaje es continuo.


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