La disfunción eréctil (DE) es una enfermedad frecuente que afecta a muchos hombres. Puede que empiece en las relaciones de pareja, pero también puede interferir en muchos otros aspectos de tu vida, por ejemplo en tu autoestima.
La definición técnica de DE es la incapacidad de lograr o mantener una erección suficiente como para tener una relación sexual satisfactoria1. En otras palabras, el pene no se pone suficientemente firme (erecto) para poder tener relaciones sexuales.
La erección es un proceso complejo que requiere cambios en los músculos, los nervios y los vasos sanguíneos del pene. Pero para simplificar, la DE aparece cuando la sangre no puede entrar o permanecer en cantidad suficiente en el pene y durante el tiempo suficiente para mantener la erección.
SI TIENES Disfuncion Erectil, NO ERES EL ÚNICO
Cerca del 52% de los hombres de entre 40 y 70 años tiene DE. Así que si piensas que la padeces, no eres el único. Algunos problemas de erección no duran mucho o no aparecen con frecuencia, pero si siguen presentándose o si aumenta su frecuencia, puede ser señal de DE. Ignorar el problema no lo va a solucionar. Es importante que hables de ello con tu médico.
Aunque la probabilidad de tener DE aumenta con la edad, no es una de sus consecuencias inevitables . La buena noticia es que hay una amplia gama de tratamientos disponibles, así que habla con tu médico.
COMPRUEBA LOS SÍNTOMAS Cuestionario sobre DE
Aunque la disfunción eréctil (DE) afecta a muchos hombres, no todos presentan la misma sintomatología. Tener DE puede significar que:
- no consigas tener una erección
- consigas tener una erección, pero no es lo bastante firme como para penetrar a tu pareja
- consigas tener una erección, pero no puedas mantenerla durante toda la relación sexual
POSIBLES CAUSAS DE LA DE
Muchos hombres piensan que los problemas de erección son una de las consecuencias inevitables de la edad. Pero la realidad es que no tienes que vivir con disfunción eréctil (DE), porque se puede tratar. Muchos factores pueden contribuir a la DE, desde problemas físicos, como otras enfermedades, hasta incluso los efectos secundarios de alguna medicación que estés tomando. Incluso los problemas emocionales o personales pueden influir1. Pero en la mayoría de los casos, la DE se puede tratar, independientemente de si la causa es física o psicológica
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