viernes, 17 de julio de 2015

Masturbación: mitos y realidades

La masturbación es todo acto autoestimulatorio que tiende a producir o incrementar la satisfacción sexual. Históricamente ha sido un tema tabú, que genera controversia y lleno de mitos y en esto no ha estado exento el mundo científico. 

El hombre adulto promedio menor de 35 años se masturba aproximadamente 70 veces al año y los mayores de 35 alrededor de 33 veces .El 95% de los hombres se había masturbado y que para el 78,6% era una práctica actual .

La adolescencia es el período en donde se encuentra la mayor frecuencia de masturbación. La conducta masturbatoria está presente en ambos sexos, en todas las etapas de la vida y no es excluyente a tener relaciones sexuales satisfactorias. El reprender o castigar a un niño por masturbarse puede acarrear culpa y vergüenza acerca de su sexualidad. La masturbación se ha utilizado como técnica terapéutica en disfunciones sexuales. La masturbación excesiva o compulsiva puede ser un síntoma de trastornos psiquiátricos o psicológicos.


Mitos

 Para el médico Tissot (1758) y sus seguidores, la masturbación producía: melancolía, crisis histéricas, ceguera, impotencia, esterilidad, oligofrenias, demencias, cardiopatías (llegó a describirse un corazón del masturbador), adelgazamiento, tuberculosis y calvicie . 

Durante años, han existido mitos y fantasías acerca de la masturbación como los siguientes :

– Es un acto que se realiza sólo en la adolescencia. 
– Las mujeres no se masturban. 
– El que se masturba se envicia.
– Si se tiene pareja estable, es anormal masturbarse. 
– Produce daño mental y debilidad física. 
– Produce daños en la personalidad. 
– La persona que se masturba es perversa. 
– Hace salir pelos en la palma de la mano. 
– Causa malformaciones físicas en la zona genital (se caen los testículos, crece el clítoris) – Causa disfunciones sexuales (eyaculación retardada, frigidez) 
– Hace aparecer pecas en la cara y acné. 
– Produce ojeras. 


Masturbación en los niños

Desde alrededor de los ocho meses, la masturbación se describe como conducta normal, que tiene características placenteras y exploratorias. Cerca de los tres años los niños descubren las diferencias sexuales, exploran su cuerpo, el de sus padres y hermanos, así como también preguntan sobre el nacimiento de los bebés. Esta curiosidad es sana y está ligada a su despertar intelectual. Es importante que cuando los padres se vean enfrentados a la masturbación infantil no se alarmen y que estén informados para saber como reaccionar, sin estimular ni rechazar la situación. 

Deben indagar lo que significa esta actividad para el niño, evaluando su nivel de socialización, dependencia e impulsividad. La conducta si está dada en un contexto de autoconocimiento y gratificación, debiera ir desapareciendo paulatinamente mientras el niño va desarrollando otras actividades que le son placenteras. El castigar o sancionar a un niño por autoestimularse puede acarrear culpa y vergüenza acerca de su cuerpo y la propia sexualidad. Lo que deben buscar es desviar su atención hacia otras cosas, invitándolo a hacer otra actividad como salir de paseo, jugar o pintar, impidiendo indirectamente que continúe en lo mismo. Cuando los niños presentan esta conducta en público, los padres deben abordar directamente el tema, decirles que es algo privado y que tiene que ver con la intimidad del cuerpo. 

En 1943 Ramsey, manifiesta que el 5% de los niños menores de 6 años se había masturbado y el 10% de los niños de 7 años . En 1951, Beach y Ford, tras un estudio sobre la conducta sexual en las distintas culturas señalaron que la mayoría de los niños realizaban exploración de sus genitales como parte de su autodescubrimiento y, si se les permitiera, avanzarían progresivamente hacia la masturbación . Kinsey (1953) manifestó que el 32% de los niños menores de 1 año eran capaces de tener conductas masturbatorias e incluso tener orgasmos. Además encontró que se habían masturbado a los 10 años el 13% y a los 12 años el 21% de los niños y el 12% de las niñas . Spitz (1949) observó que los niños con mayor tendencia masturbatoria llevaban mejores relaciones con su madre . 

Masturbación en la adolescencia 

Durante la adolescencia es la práctica sexual más asequible y se utiliza como una vía de escape de las tensiones propias del desarrollo sexual(27). Según Kinsey (1948) en este período es donde se encuentran las mayores frecuencias de masturbación con un 96% de ocurrencia en los adolescentes hombres . Entre un 28 a un 37% de las mujeres comenzaría a masturbarse cerca de los 14 años . Al final de la etapa de la adolescencia se realiza un proceso gradual del establecimiento de relaciones de pareja, lo que facilita una disminución en la conducta masturbatoria . 

Masturbación en la adultez.

Kinsey, en 1948, encontró que el hombre adulto promedio menor de 35 años se masturba aproximadamente 70 veces al año y los mayores de 35 alrededor de 33 veces . Caballero, en 1990, encontró que el 95% de los hombres se había masturbado y que para el 78,6% era una práctica actual .

Masturbación en la vejez 

Kinsey, en 1948, encontró que alrededor del 25% de los hombres mayores de 60 años tienen conducta masturbatoria, incluso en aquellos que mantienen relaciones sexuales . Star y Weiner señalan los siguientes porcentajes de masturbación :

Edad (años)      60-69            70-79           80-89
Hombres (%)     92,6               29,5            45,8
Mujeres (%)       47,1              49,1            34,5 

Estas cifras muestran que lejos de desaparecer, la conducta masturbatoria es una constante en el desarrollo humano y que en sí misma no constituye una alteración o entidad clínica psicopatológica, sino más bien un aspecto propio en el desarrollo psicosexual de la persona. 


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